sábado, 27 de noviembre de 2010

Eso que llamamos sociedad no existe

De Blog en Blog, a propósito de una entrada del Área de Filosofía Moral de la UCO: http://area-filosofia-moral-uco.blogspot.com/2010/10/la-ultima-cabecera-opening-de-los.html

Son palabras de Margaret Thatcher, Primera Ministra del Reino Unido entre 1979 y 1990, inspiradas en “La constitución de la libertad” de Friedrich von Hayek. El mundo ideal para este economista contemporáneo de Keynes no es una sociedad en la que las personas tienen intereses y metas comunes y buscan, por medio de las instituciones, alcanzar el bien común, sino como un grupo disperso de individuos que eligen aquello que consideran mejor para sí mismos sin estar sometidos a más marco preceptivo que un pequeño conjunto de acciones legalmente prohibidas, lo que se denomina “derecho negativo”. Adam Smith es considerado el primero en expresar esta idea en “La riqueza de las naciones”.

En “El pensamiento secuestrado” (2007) Susan George estudia el clima político, intelectual y cultural que hizo posible la denominada “guerra contra el terror” impulsada por Bush y Cheeney. Según esta autora existe un movimiento “hacia la derecha” de la cultura estadounidense, probablemente iniciado en los años ´70 o quizá antes, que ha conseguido que independientemente de quien gobierne, el centro de gravedad de lo político se sitúe en lo que se ha dado en llamar “neoliberalismo” y “neoconservadurismo”. Es una cultura política basada en engaños, en lo que ella denomina “mentir como estilo de vida”, que conlleva inevitablemente la degradación de la política.

“¿Cómo ha ocurrido esto? ¿Cómo es que han bastado sólo unas décadas para que los ideales estadounidenses, expresados en algunos de los documentos políticos más inspiradores que se han escrito, estén pisoteados en el fango? ¿Cómo puede el país cuyo primer acto independiente fue declarar que todos los hombres han sido creados iguales ser ahora una de las sociedades más desiguales del planeta?” Para Susan George la batalla por ganar la hegemonía ideológica ha sido principalmente cultural y la estrategia desarrollada por la extrema derecha estadounidense para conseguirlo ha sido plenamente rentable.

Manuel Castells también aborda este problema vital para quienes sí creemos en la sociedad en “Comunicación y poder” (2010) en el capítulo denominado “Programando las redes de comunicación” expone la influencia de los think tanks en el enfoque de la “nueva derecha”. Tras la dimisión de Nixon por el asunto Watergate una pequeña élite de estrategas republicanos decidió que era el momento de llevar a la política los conocimientos académicos y la experiencia profesional que favoreciese sus intereses económicos, políticos y culturales. Es significativo que de los 187 think tanks contabilizados en el año 2005 en 117 de ellos predominase la ideología conservadora. Un ejemplo actual es la incorporación de José María Aznar a la presidencia de una organización de este tipo denominada Global Adaptation Institute, cuyo objetivo es convertirse en una voz "pragmática" en el debate público sobre el cambio climático: http://www.publico.es/ciencias/342147/aznar-presidente-de-un-consejo-sobre-cambio-climatico.

Parece por tanto que esta estrategia de la Fox podría enmarcarse en esta tendencia de aletargamiento cultural, dado que para ellos cultura y política son inseparables, en el que la censura ha dejado de ser necesaria. Tras décadas en las que la televisión ha sido fuente de todas las noticias de la mayoría de los estadounidenses la cabecera de los Simpson no hace sino emplear y difundir una noticia que no podrá ser nunca ya noticia. Quema, agota el argumento reivindicativo de Banksy (http://www.banksy.co.uk/) transformándolo en irrealidad. Sería el camino inverso al trazado con los realities, donde las noticias “reales” han sido sistemáticamente suplantadas con noticias triviales.

Ni Europa, ni España, son aún Estados Unidos. Creo que aún tenemos capacidad de maniobra o al menos alguna responsabilidad en evitar este “deslizamiento radical de la cultura”. Tanto Susan George como Manuel Castells lamentan la pereza intelectual del pensamiento progresista para contrarrestar esta hegemonía cultural de la que tan fácilmente detectamos los síntomas pero de la que parece muy difícil escapar. Tendremos que ponernos a la tarea o “Vendrá la realidad y nos encontrará dormidos”. Un título de Santiago Alba Rico publicado también en 2007.

jueves, 25 de noviembre de 2010

sobre violencias y derechos de las mujeres en las ciudades

La ciudad, la polis, nos conforma como personas políticas en tanto que actuamos por un interés común. Etimológicamente “interés” procede de inter-esse, el espacio que existe entre tú y yo. El espacio público es entonces espacio “intersección” de asuntos comunes. El espacio político se construye a partir de ese espacio común de intereses mediante la lexis y la praxis, el diálogo y la acción.

Hablar de ciudades es hablar esencialmente de espacio público, de espacio de representación, de espacio político. Es el lugar donde suceden las cosas y el lugar que potencia nuestras capacidades ciudadanas de relación con el entorno social y natural. Es el lugar privilegiado para el desarrollo y visibilización de las capacidades políticas, también para las mujeres. Abordar las formas de violencia hacia las mujeres en el espacio urbano pretende poner sobre la mesa nuestras preocupaciones espaciales, de relación con el espacio, con la escala de planificación y la percepción individual, en tanto que mujeres, de las políticas de organización y gestión de las ciudades.

La violencia en las ciudades mantiene aún un sesgo mayoritariamente masculino, en tanto que sujeto y objeto de dicha violencia; sin embargo es la percepción de ésta, en tanto que generadora de miedos, lo que limita la vida de las mujeres, y no la de los hombres, en los espacios públicos y supone un detrimento importante de sus derechos fundamentales. El más importante de ellos aprobado como nuevo derecho humano en la Convención de Belém do Pará en 1994 es "el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia".

La violencia que percibimos las mujeres en las ciudades nos hace sentir vulnerables, inseguras, sabedoras de la presencia de peligros que acechan nuestra integridad física y psíquica. Es el miedo a ser asaltada, a ser agredida sexualmente, a ser acosada verbalmente o físicamente. Miedos ante los que las mujeres hemos desarrollado un principio de precaución que nos lleva a “evitar” el peligro limitando nuestra presencia en el espacio público.

Para potenciar el desarrollo de la democracia ciudadana es fundamental promover la presencia de las mujeres en este espacio público. La acción positiva, la promoción del progreso de las ciudades, debe incorporar la visión de las mujeres en la planificación y gestión urbana de un modo integrador e innovador. Con ello será posible hacer visibles las diferencias, la diversidad enriquecedora, entre ser hombre y ser mujer, entre los roles asumidos, entre las necesidades y las capacidades respectivas. Permitirá además desarrollar el derecho de las mujeres a la ciudad que no es más que el derecho común a vivir en ciudades más equitativas, democráticas, sostenibles e inclusivas. Y, con ello, más libres de violencia.

Un vídeo realizado por el colectivo canadiense "Madres contra el cambio climático"

jueves, 18 de noviembre de 2010

"El contrato del dibujante"

Ambientada en los últimos días del verano de 1695, “El contrato del dibujante” comprende un complejo de argumentos superpuestos difícilmente desentrañables en un primer visionado. Tampoco en un quinto o en un sexto parece posible. Manteniendo la relación con esta película de un modo íntimo y personalísimo, nunca he querido leer nada de lo que haya escrito su director o la crítica sobre ella, siempre me he expuesto a ella de un modo ingenuo, esperando que “su” verdad me fuese revelada. Esta vez no fue una excepción a pesar de que, al menos, he conseguido avanzar en conocer el momento en el que pierdo pie, o remonto el vuelo, dejándome llevar por los endiablados diálogos entre Mrs. Talmann y Mr. Nelville, la música y la estética de un jardín que se ve reforzada por lo que en él acontece más que por su valor en sí.

Los lazos que me mantienen sujeta a ella son de varios colores, desde la música de Nyman, a quien descubrí en los 80 de la mano de Ramón Trecet en su inolvidable “Diálogos-3”: la belleza es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo; la temática del jardín como experiencia estética, la simbología de los frutos, las flores y los oficios y ahora, finalmente, la filosofía política que también parece querer entremezclarse.

Los créditos de entrada, con la canción de Henry Purcell (Mary Springfels – So When The Glitt'ring Queen Of Night - Composed Or Made Famous By: Purcell) son fundamentales para comprender el who is who de la historia que se nos va a narrar en tantos planos superpuestos. Para empezar tenemos el asunto de la propiedad y el modo de acceder a ella. El propietario de Anstey, Mr. Herbert, ha llegado a serlo en virtud de su matrimonio con la hija del anterior propietario. Primer juego de palabras imposibles, la hija del matrimonio, Mrs. Talmann, sugiere a su padre que siempre presume del jardín a lo que él responde que esto de debe a que “es” de su propiedad; Mrs. Talmann, que busca la reconciliación de sus padres tras un alejamiento del que no se da razón, le rebate que Mrs. Herbert también es de “su” propiedad y nunca presume de ella. La fecha elegida no es casual, en 1694 había muerto la reina Mary y en ese mismo año se aprobó la ley que permitía a las mujeres heredar propiedades. Cambio de plano, los deslenguados y correctísimos huéspedes hacen comentarios con alto contenido erótico en torno a las manzanas, las ciruelas y las habilidades del jardinero para “injertar limones”.

El dibujante, acosado por Mrs. Herbert y Mrs. Talmann para que realice una serie de dibujos sobre el jardín terminará lanzando un órdago fatal: “Aumento mis honorarios en función del placer que me pueda ofrecer el trabajo” que le permitirá establecer un primer contrato en el que se pacta que a cambio de sus dibujos recibirá no sólo la suma acordada por cada de uno de ellos sino los favores sexuales de Mrs. Herbert. Mrs. Talmann conseguirá un segundo contrato para la realización del dibujo número trece en el que es el dibujante quien debe procurar favores. Se refleja aquí la importancia y valor otorgado en la época al contrato, al pacto, para los intercambios, sean de la naturaleza que sean. Una actitud que refleja la creciente “monetización” de las relaciones sociales, la fundación del Banco de Inglaterra se realiza también en estos años. El contrato es también el modo de legitimar el poder de uno sobre otro de los que lo suscriben.

La actitud ante la naturaleza del dibujante, racionalista, materialista (Michael Nyman – An Eye For Optical Theory), que pretende “ser fiel a la realidad” a través de una cuadrícula que le permite mostrar la denominada “honradez teórica del arte” y su fracaso ante el siglo ilustrado que viene (Michael Nyman – The Garden Is Becoming A Robe Room). Es el jardín y su relación con él, cartesiano, distante, observadora del dibujante mientras que la del paisajista holandés que acompaña a Mrs. Talmann cuando parece que ya se ha iniciado el otoño es transgresora, osada y audaz, se siente con capacidad de transformar el paisaje de acuerdo con sus necesidades.

El dualismo sujeto/ objeto está también presente en la conversación que mantiene el dibujante, Mr. Neville, con Mrs. Talmann en la que esta le espeta algo así como “usted pinta lo que ve pero no lo que está tras lo que ve, para eso debería ser inteligente y saber interpretar lo que en realidad está viendo.”

Finalmente el personaje denominado Greenman, bien podría representar ese genio que habita los bosques ingleses y que en “El sueño de una noche de verano”, Shakespeare llamó Puck, el genio que enreda, que cambia las cosas de sitio, que hace que la realidad se torne irracional y con ello inaprensible. Podríamos además relacionarlo con los juguetes mecánicos, autómatas, que tanto éxito comenzaban a tener en la época y que se incorporaban al jardín como una inagotable fuente de sorpresas para invitados, amantes o cortesanos que fuesen convocados a disfrutar de la casa. El fin último de mansión, jardín, juegos era la capacidad del propietario para epatar y conseguir distinguirse del resto. Se trata de una representación del juego de poder, un juego muy serio que en este caso acaba con la muerte de dos personajes y una espectadora pegada en el sillón diciéndose “Me han vuelto a ganar la partida. No, no sé quién es el asesino”.

viernes, 5 de noviembre de 2010

People meet in Architecture

People meet in Architecture es el lema escogido por Kazuyo Sejima para la duodécima Mostra Internacional de arquitectura de Venecia. Con él la arquitecta japonesa intenta animar la nueva arquitectura hacia la creación de espacios físicos de encuentro que trasciendan los exitosos espacios virtuales generados por Internet. El lema es optimista y admite sugerentes interpretaciones.

De algún modo política y arquitectura siempre han estado ligadas conceptualmente, ambas pretenden la transformación, el progreso y la ordenación de las ciudades. Ambas generan ciudadanía. Les propongo entonces sustituir Architecture por Politics: People meet in Politics. Nuestro lema vendría a decir que la política puede, y debe, generar espacios de encuentro, sugerir lugares que permitan la discusión constructiva y el afianzamiento de la democracia. La cuestión ahora sería con qué materiales cuenta la política para idear y hacer realidad esos lugares. Sirviéndonos del lenguaje de Sejima podríamos decir que han de procurar transparencia, evitar las fronteras, los límites y potenciar la diversidad. En política, como en arquitectura, lo más complicado es conseguir un equilibrio entre la abstracción y la realidad.