viernes, 26 de septiembre de 2008

Sueño de Casa Propia

Sueño de casa propia es un trabajo que destila compromiso, pasión, necesidad y urgencia por mirar a los ojos un problema que afecta a todos y cada uno de nosotros, el de la vivienda. Mª Inés Rodríguez y Pablo León de la Barra presentan ahora en Córdoba, tras su paso por Ginebra, Madrid y Ciudad de Méjico, su selección de proyectos para empujarnos hacia la lectura, la reflexión, la empatía, la conciencia de más realidades ante este asunto común. Sueño de casa propia es un proyecto que surge del envés, una utopía en el borde, un calcetín que dado la vuelta se transforma en chistera. El calcetín es un mundo relegado, condenado al ostracismo, por feo, por sucio, por pobre. Olvidado o, peor aún, obviado, banalizado por los discursos informes de quienes aseguran estar preocupados pero nunca ocupados en buscar y encontrar soluciones eficientes. El mundo que nos interpela en Sueño de Casa Propia es un mundo de invisibles muy reales que se permiten, incluso, el lujo de soñar y construir su propia casa. Será pidiendo “sólo diez céntimos” en la calle, como José Ivanildo Leandro da Silva cuya iniciativa no sólo da nombre al proyecto sino que fue el germen de éste. O bien mediante las intersecciones mágicas que se producen entre artistas como María Papadimitriou y su proyecto TAMA, un sueño de comunicación, de intercambio de información y experiencias, un Museo de Autónomo Temporal para Todos, que pretende servir a las poblaciones itinerantes que ocupan un espacio concreto de la ciudad de Atenas. Es la arquitectura de emergencia que desarrolla en Alabama, una de las regiones más pobres de Estados Unidos, Rural Studio. El botón de muestra en este caso es una Casa y Refugio de Tornados apelada Lucy cuya descripción es toda una declaración de intenciones por parte de los autores: “La casa Lucy es una estructura orgánica basada en la metáfora del comportamiento espontáneo y no planificado del cuerpo. Esta arquitectura enfatiza la auto-dependencia y la capacidad individual.” También hay encuentros fortuitos, historias de amor, experimentos, una casa nube y hasta sueños de arquitectos, como el de Santiago Cirugeda. Sueño de casa propia se construye, como la casa de nuestros sueños, como un patchwork de aluvión. De ideas y sentimientos. De trabajo, luchas y conquistas. De sentido del humor. De belleza. De amor. De dignidad. Y se viste de radicalidad, claro que sí, porque se posiciona en la raíz desnuda de este sueño, aspiración, derecho primordial que es la vivienda.