Mientras a mi alrededor se escuchaba, y se olía, el
bullicio medieval, he leído el último libro del periodista Antonio Baños:
“Posteconomía: hacia un capitalismo feudal”, que viene a tratar algo así como
en qué se ha transformado la economía, “antes ciencia social”, cuando ha dejado
de tener entre sus objetivos (clásicos) conseguir el reparto más efectivo y
justo de unos bienes (escasos).
Baños considera que la posteconomía no es sino dogma,
pues no ofrece alternativas, o hipótesis. Ante la incertidumbre del momento
actual muestra un único camino, una única salida (austeridad, recortes), y eso
es lo que ha hecho que la economía deje de ser una ciencia (social) descriptiva
para pasar a ser prescriptiva, esto es, dogmática.
La Nueva Economía Medieval, que el autor describe con
acerado humor,
adolece, intencionadamente, de una dimensión moral,
que hará muy difícil la vida pacífica y digna entre las personas.