El sábado pude ver, al fin, Persépolis
La peli huele a jazmín
pero también a goma quemada,
A guerra
Pero también a vida cotidiana amable
A abuelas
A abrazos
Y me sabe a sal, sal de lágrimas mal disimuladas que, como sabes, son saladísimas, como un grano de sal gorda.
El paisaje, su relación con la arquitectura, la ciudad y los juegos, para niñ+s y adult+s, vertebran actualmente mi trabajo. Un trabajo al que siempre me aproximo, desde la invasión de Irak aunque no pierdo de vista lo que ocurre en otros sitios, a través del acontecer de la vida cotidiana en ciudades como Bagdad, Beirut y Teherán. Por eso os leo, Nuha Al Radi, Maruja Torres, Marjane Satrapi, Ángeles Espinosa, Delphine Minoui… os leo y os sigo y reflejo vuestras vivencias en mis trabajos de investigación y reflexión para hacer mi ciudad, Córdoba, más amable, más próxima a ese ámbito doméstico que los hombres (y las mujeres que han adoptado su mismo rol) no valoran, no visibilizan, no comprenden como algo potentísimo y definitivo para hacer la vida más bella.
La ciudad es un lugar donde es posible experimentar tantas o más emociones que en un museo… una ciudad donde lo más importante son las personas caminando, mirando, observando, escuchando… ¡viviendo!
[Mil jazmines para ti, Marjane]
1 comentario:
Jazmines que están en las palabras que escribes, se pueden oler en la distancia!!!
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