lunes, 19 de noviembre de 2007

PERSÉPOLIS_Marjane SATRAPI

El sábado pude ver, al fin, Persépolis
La peli huele a jazmín pero también a goma quemada, A guerra Pero también a vida cotidiana amable A abuelas A abrazos Y me sabe a sal, sal de lágrimas mal disimuladas que, como sabes, son saladísimas, como un grano de sal gorda. El paisaje, su relación con la arquitectura, la ciudad y los juegos, para niñ+s y adult+s, vertebran actualmente mi trabajo. Un trabajo al que siempre me aproximo, desde la invasión de Irak aunque no pierdo de vista lo que ocurre en otros sitios, a través del acontecer de la vida cotidiana en ciudades como Bagdad, Beirut y Teherán. Por eso os leo, Nuha Al Radi, Maruja Torres, Marjane Satrapi, Ángeles Espinosa, Delphine Minoui… os leo y os sigo y reflejo vuestras vivencias en mis trabajos de investigación y reflexión para hacer mi ciudad, Córdoba, más amable, más próxima a ese ámbito doméstico que los hombres (y las mujeres que han adoptado su mismo rol) no valoran, no visibilizan, no comprenden como algo potentísimo y definitivo para hacer la vida más bella. La ciudad es un lugar donde es posible experimentar tantas o más emociones que en un museo… una ciudad donde lo más importante son las personas caminando, mirando, observando, escuchando… ¡viviendo! [Mil jazmines para ti, Marjane]

asómate_reflejos de la vida cotidiana

segunda acción de escala uno_uno
9 de noviembre de 2007. Facultad de DERECHO. Córdoba.
Lo que me interesa del espacio es quien lo transita, quien lo camina, quien lo pasea... en qué dirección, con qué sentido, trasladando, moviendo, qué... Cuáles son los símbolos que adopta y acoge en su conciencia, qué le insubordina, qué le seduce, que le apena, qué le hace sonreir... qué espera, en fin, de la ciudad cada mañana.
Esta acción se realizó en el marco de las jornadas Compartiendo tiempos y espacios. Hombres y Mujeres hacia un nuevo contrato social. Celebradas en la Facultad de Derecho de Córdoba los días ocho y nueve de noviembre de 2007.
Con ella quise, en primer término, reflejar en el espacio urbano lo que estaba sucediendo en el interior de la facultad. Los espejos bajo los árboles se colocaron con la intención de hacer visibles tanto el árbol como sus raíces. Unas raíces tan grandes, tan importantes, tan bellas, visibles a través del espejo hechas del reflejo de la copa. Es la ciudad y el trabajo que subyace, sin valorar económicamente, en el quehacer doméstico. La cifra. 424.140 millones de €uros brutos anuales. Una cifra que equivale a la mitad del producto interior bruto español.